En nuestro despacho BUGARIN & GAGO ABOGADOS
Efectivamente, cuando publiqué mi primer artículo sobre los Montes Vecinales en Mano Común el 30 de agosto de 2013, no podía ni imaginar que este BLOG iba a tener tanto seguimiento.
El origen de este blog tuvo una doble motivación. Por un lado, necesitaba ocupar mi tiempo libre o de ocio en una tarea distinta a la de mi propio trabajo de abogada. Quizás os cueste creerlo, pero durante mis primeros 15 años de ejercicio de la abogacía sólo vivía para trabajar, no sólo de lunes a viernes, sino los fines de semana. Si no estaba trabajando de forma efectiva, estaba rumiando y dándole vueltas a los distintos pleitos y expedientes que llevaba.
Evidentemente, ello acabó pasándome factura y a finales de marzo de 2012 no me quedó más remedio que coger una baja laboral debido a un fuerte agotamiento por estrés. Inicialmente este parón obligatorio en el trabajo me produjo una enorme desazón, pues sentía una gran sensación de fracaso. Sin embargo, esa "bendita" baja laboral de mes y medio me salvó literalmente la vida, pues me permitió replantearme el modo con el que me relacionaba con mi trabajo, que hasta ese momento eclipsaba todo lo demás, incluso a mi propia familia y amigos.
Así pues, una vez reanudada mi actividad laboral me impuse fuertes limitaciones a la misma, lo que conllevó respetar escrupulosamente mi horario diario de trabajo y, sobre todo, el descanso durante los fines de semana. Evidentemente, ese tiempo libre, del que entonces disponía, tenía que cubrirlo de alguna forma. Y así, empecé a hacer deporte -que no practicaba desde mis tiempos de instituto-, a disfrutar de más tiempo con mi familia y amigos, a leer cualquier novela que cayese en mis manos, y, cómo no, a echar una buena siesta las tardes de los viernes y sábados (¡¡lo que no había hecho en mi vida¡¡).
Pero a los pocos meses empezó a rondarme la idea de escribir sobre lo que más sabía: los montes vecinales en mano común. Sentía la necesidad de compartir todo lo que había aprendido trabajando durante tantos años con las Comunidades de montes.
Al principio pensé en escribir un libro, dada la casi inexistente bibliografía sobre esta materia (salvo la obra titulada "Montes vecinales en mano común" -Ed. Bosch 1999-, de mi querido jurista D. Antonio Díaz Fuentes, con el que tuve el privilegio de coincidir en dos pleitos sobre montes vecinales). Hasta que un día, ojeando una revista de moda, se me ocurrió la idea de crear un Blog sobre esta materia. Lo primero que hice fue buscar en interné si existía algún blog relacionado con el mundo del derecho y, para mi sorpresa, me encontré que ¡¡efectivamente existían ese tipo de blogs jurídicos¡¡, por lo que pensé que mi idea no era tan descabellada y me puse manos a la obra.
El creador del blog -como herramienta a través de la cual puedo compartir mi conocimiento en esta materia-, fue mi marido, David Gómez Pereira. Yo sabía de montes vecinales, pero no tenía ni idea de cómo se creaba un blog. Mi ignorancia en este ámbito era tal, que en aquel momento no contaba siquiera con una cuenta de correo electrónico personal (únicamente utilizaba la corporativa del trabajo), ni tampoco con un sólo perfil en ninguna Red Social.
Y así llegó el mes de agosto de 2013 cuando, recién creado mi blog del "Entorno Jurídico de las Comunidades de Montes Vecinales en Mano Común", publiqué mi primer artículo.
Al principio no lo leía prácticamente nadie, salvo mis familiares, compañeros de trabajo y amigos. Hubo incluso alguna persona que me llegó a decir que no entendía por qué perdía el tiempo en esta tarea, que requería tanto esfuerzo para nada.
Pero yo insistí, seguí escribiendo y publicando un artículo mensual, tal y como me había propuesto desde el principio y, en seis meses, ya había conseguido posicionarlo en Google en las primeras páginas sobre montes vecinales y ello sin ningún tipo de ayuda de profesionales -cuyos servicios no me podía costear-, ni de pagar un solo euro en publicidad. Simplemente escribiendo y publicando en mis perfiles de Facebook, Linkedin y Google+.
Pues bien, casi 5 años después de la primera publicación en este blog, puedo deciros que no hay nada más gratificante que publicar un artículo y encontrarte al día siguiente que ya lo han leído más de 200 personas, pero, sobre todo, leer los comentarios de agradecimiento que me dejan los lectores en este blog.
A todos vosotros sólo puedo deciros: GRACIAS.
Vigo, 5 de mayo de 2018
El origen de este blog tuvo una doble motivación. Por un lado, necesitaba ocupar mi tiempo libre o de ocio en una tarea distinta a la de mi propio trabajo de abogada. Quizás os cueste creerlo, pero durante mis primeros 15 años de ejercicio de la abogacía sólo vivía para trabajar, no sólo de lunes a viernes, sino los fines de semana. Si no estaba trabajando de forma efectiva, estaba rumiando y dándole vueltas a los distintos pleitos y expedientes que llevaba.
Evidentemente, ello acabó pasándome factura y a finales de marzo de 2012 no me quedó más remedio que coger una baja laboral debido a un fuerte agotamiento por estrés. Inicialmente este parón obligatorio en el trabajo me produjo una enorme desazón, pues sentía una gran sensación de fracaso. Sin embargo, esa "bendita" baja laboral de mes y medio me salvó literalmente la vida, pues me permitió replantearme el modo con el que me relacionaba con mi trabajo, que hasta ese momento eclipsaba todo lo demás, incluso a mi propia familia y amigos.
Así pues, una vez reanudada mi actividad laboral me impuse fuertes limitaciones a la misma, lo que conllevó respetar escrupulosamente mi horario diario de trabajo y, sobre todo, el descanso durante los fines de semana. Evidentemente, ese tiempo libre, del que entonces disponía, tenía que cubrirlo de alguna forma. Y así, empecé a hacer deporte -que no practicaba desde mis tiempos de instituto-, a disfrutar de más tiempo con mi familia y amigos, a leer cualquier novela que cayese en mis manos, y, cómo no, a echar una buena siesta las tardes de los viernes y sábados (¡¡lo que no había hecho en mi vida¡¡).
Pero a los pocos meses empezó a rondarme la idea de escribir sobre lo que más sabía: los montes vecinales en mano común. Sentía la necesidad de compartir todo lo que había aprendido trabajando durante tantos años con las Comunidades de montes.
Al principio pensé en escribir un libro, dada la casi inexistente bibliografía sobre esta materia (salvo la obra titulada "Montes vecinales en mano común" -Ed. Bosch 1999-, de mi querido jurista D. Antonio Díaz Fuentes, con el que tuve el privilegio de coincidir en dos pleitos sobre montes vecinales). Hasta que un día, ojeando una revista de moda, se me ocurrió la idea de crear un Blog sobre esta materia. Lo primero que hice fue buscar en interné si existía algún blog relacionado con el mundo del derecho y, para mi sorpresa, me encontré que ¡¡efectivamente existían ese tipo de blogs jurídicos¡¡, por lo que pensé que mi idea no era tan descabellada y me puse manos a la obra.
El creador del blog -como herramienta a través de la cual puedo compartir mi conocimiento en esta materia-, fue mi marido, David Gómez Pereira. Yo sabía de montes vecinales, pero no tenía ni idea de cómo se creaba un blog. Mi ignorancia en este ámbito era tal, que en aquel momento no contaba siquiera con una cuenta de correo electrónico personal (únicamente utilizaba la corporativa del trabajo), ni tampoco con un sólo perfil en ninguna Red Social.
Y así llegó el mes de agosto de 2013 cuando, recién creado mi blog del "Entorno Jurídico de las Comunidades de Montes Vecinales en Mano Común", publiqué mi primer artículo.
Al principio no lo leía prácticamente nadie, salvo mis familiares, compañeros de trabajo y amigos. Hubo incluso alguna persona que me llegó a decir que no entendía por qué perdía el tiempo en esta tarea, que requería tanto esfuerzo para nada.
Pero yo insistí, seguí escribiendo y publicando un artículo mensual, tal y como me había propuesto desde el principio y, en seis meses, ya había conseguido posicionarlo en Google en las primeras páginas sobre montes vecinales y ello sin ningún tipo de ayuda de profesionales -cuyos servicios no me podía costear-, ni de pagar un solo euro en publicidad. Simplemente escribiendo y publicando en mis perfiles de Facebook, Linkedin y Google+.
Pues bien, casi 5 años después de la primera publicación en este blog, puedo deciros que no hay nada más gratificante que publicar un artículo y encontrarte al día siguiente que ya lo han leído más de 200 personas, pero, sobre todo, leer los comentarios de agradecimiento que me dejan los lectores en este blog.
A todos vosotros sólo puedo deciros: GRACIAS.
Vigo, 5 de mayo de 2018